Esta entrada es continuación de la primera parte de la Ruta por el Lago Constanza

Día 5. Día extra en Bregenz

Pfander
Parque natural. Monte Pfander

Parque natural. Monte Pfander

Como solemos hacer, a mitad de nuestro viaje en bicicleta hacemos una noche extra, y en esta ruta la opción fue Bregenz. Esta noche ha llovido y al abrir las ventanas vemos que está muy nublado y llueve. Tras desayunar nos dirigimos a hacer la excursión del Monte Pfänder (1064 metros). Se puede acceder a pie, un par de horas, dependiendo de la forma física de cada uno, nosotros con Yaiza subimos en el teleférico, que lo tenemos a muy pocos metros del hotel. Dudamos de las vistas que nos vamos a encontrar, principal atractivo del monte, pero aun así decidimos subir. El precio de ida y vuelta, es de unos 12 euros. Al subir esta chispeando y nos dirigimos a la zona panorámica para disfrutar de las espectaculares vistas del lago. Tenemos suerte, vemos el escenario lacustre, la desembocadura del río Rin, la isla de Lindau, así como los Alpes… es impresionante a pesar de la lluvia. Pasado un tiempo la lluvia nos da una tregua y aprovechamos para hacer la ruta del Parque Natural de los Alpes que empieza cerca del restaurante para ver a los animales, es un paseo que dura aproximadamente 30 minutos, es descendente al principio y luego hay una empinada cuesta. Yaiza disfruta de lo lindo viendo a los conejos, muflones, cabras montesas, cerdos barrigones, jabalíes…

Parque infantil. Monte Pfander

Parque infantil. Monte Pfander

Luego decidimos subir al Pfänderspitze, el punto más alto del monte situado a 1064 metros, tras realizar la típica foto volvemos a bajar al centro neurálgico, donde se encuentra el restaurante, para que Yaiza juegue en el parque infantil, como siempre muy chulo y además con vistas, todo un privilegio.

Después de un par de horas empieza de nuevo a llover, hemos tenido mucha suerte, así que decidimos coger el teleférico para bajar.

Nos dirigimos hacia el escenario lacustre para verlo desde dentro y la verdad es que impresiona mucho ver los 7000 mil asientos y el maravilloso escenario. Tras dar una vuelta decidimos ir a buscar un sitio para comer. En el centro de la ciudad encontramos un sitio agradable para hacerlo y tras reponer fuerzas nos dirigimos al casco antiguo.

Casco antiguo. BregenzSubimos por Kirchestrasse donde vemos al otro lado una bonita vista del Castillo de Deuring convertido actualmente en un romántico hotel-gourmet de cuatro estrellas. Continuamos hasta la basílica de Thalbach y decidimos perdernos por las callejuelas. A media tarde llegamos a Martinskapelle y justo enfrente en Martinsplatz vemos que se está preparando un concierto al aire libre, estaban ensayando, tras preguntar a que hora empezaba el espectáculo, decidimos continuar la visita y volver más tarde. Sobre las 19,30 horas nos volvemos a acercar para unirnos a la fiesta. El concierto de rock, folk y blues estaba muy animado, además habían puesto un chiringuito y unas mesas largas, donde pedimos las típicas salchichas y cervezas, nos sentamos y pasamos un rato muy agradable. Tras cerca de hora y media decidimos volver al hotel para descansar y l hicimos justo a tiempo ya que cuando estábamos a punto de llegar al hotel, empezó a llover con fuerza. Durante el día nos había dado tregua, pero al día siguiente…. Os dejamos unas imágenes

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Día 6. Etapa en bicicleta: Bregenz-Arbon (43 km)

Market Hall en Altenrhein obra de Friedensreich Hundertwasser.

La etapa de hoy es la más larga y decidimos tras dejar el equipaje en recepción ponernos en camino. Ha estado lloviendo toda la noche y hoy el día está nublado, pero afortunadamente no llueve, así que aunque ha bajado la temperatura, la ruta resulta muy agradable. Yaiza se lo pasa pipa con los charcos. Cruzamos el río Bregenzer Ach y paramos a hacer unas fotos, la vista es muy bonita y observamos a un valiente pescador en medio del río con sus labores.

Parque Infantil

Parque Infantil

Seguimos con nuestra ruta, pasamos por Hard y a pocos kilómetros cruzamos el río Rin casi sin darnos cuenta. El Rin nace en los Alpes y tras descender desde el Cuerno del Rin a 3.402 m desagua en el Lago Constanza en este punto. Continuamos con nuestra ruta y y el sol empieza a aparecer tímidamente, cosa que agradecemos.

Decidimos hacer una parada técnica para reponer fuerzas y justo antes de cruzar la frontera para entrar en Suiza vemos un gran parque infantil donde decidimos hacer otra parada que Yaiza agradece enormemente. En más de una ocasión lo he comentado, pero es que los parques en muchas de nuestras rutas son verdaderos paraísos de ocio para los niños y los adultos y es una gozada, me encanta. Tras jugar un rato nos ponemos en marcha y en seguida vemos un puente que cruzamos y con ello entramos directamente a Suiza. A partir de aquí el paisaje cambia, se hace más boscosa y nos encontramos algunas vacas retozando en la hierba.

Ruta por el Lago Constanza. Entrando a Suiza

Ruta por el Lago Constanza. Entrando a Suiza

En Suiza vemos que las señales cambian, aparecen numerosas rutas y hay que estar atentos para seguir la nuestra. Es un lujo ver la cantidad de rutas en bicicleta que hay y también vemos rutas para hacer en patines.

Rutas en bicicleta y en patines

Rutas en bicicleta y en patines

Nos dirigimos hacia Altenrhein para ver el Market Hall, una importante obra arquitectónica diseñado por el famoso Friedensreich Hundertwasser. En este edificio hay una acogedora cafetería que sirven comidas y decidimos parar a comer aquí. La dueña sabe un poco de español y le encanta practicar el idioma con nosotros. Pasamos un rato muy agradable.

Tras comer nos dirigimos continuamos hacia Arbon. Al pasar por Rorschach vemos que está muy animado, ya que se esta celebrando el Festival Internacional de esculturas de arena. Hacemos una parada, para ver las impresionantes obras de arena. Un poco más adelante oímos música y vemos un recinto en la playa, es el Coop Beach Tour, un importante torneo de voleibol playa. Este pueblo tiene mucho que ofrecer estos días de verano y desde luego nos anima el paseo.

jarraPasamos por un par de pueblos muy tranquilos Horn y Steinach donde Yaiza se “cayó” en un gran jarra de cerveza :). Al llegar a Arbon vemos que es un pueblo bastante grande donde nos encontramos que el acceso por la calle principal esta restringido, se esta preparando el famoso Festival de Verano (Summerdays Festival) que tendrá lugar en unos días. Al final nos podemos colar y llegar a nuestro hotel que esta justo enfrente del lago.

Tras ducharnos y recuperarnos nos vamos a buscar un sitio donde cenar. Encontramos un restaurante muy cuco. Yaiza cena y cae rendida, menos mal que nos hemos traído el carrito, hoy se ha superado, ya que se ha hecho todo el recorrido ella sola, no ha querido el remolque en ningún momento. Mañana veremos como está su cuerpecito, pero ella estaba muy orgullosa… y nosotros.

Resumen de la etapa de Bregenz a Arbon.

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Día 7. Etapa en bicicleta: Arbon- Constanza (35 km)

Indicadores de bicicletas y patines

Tras desayunar nos ponemos en camino. Amenaza lluvia y queremos llegar a comer a Constanza. La ruta de hoy no tiene demasiados atractivos por lo que decidimos hacerlo de un tirón. Durante buena parte de la etapa el carril bici deja de ir cerca del lago para ir hacia el interior paralelo a las vías del tren.El paisaje no es el más bonito de toda la ruta.

Ruta en bici de Arbon a Constanza

Ruta en bici de Arbon a Constanza

Cruzando Romanshorn en bici

Cruzando Romanshorn en bici

El pueblo más grande que pasamos es Romanshorn a solo unos 8 km de Arbon. Yaiza hoy está muerta, así que a los 15 km pide engancharse al remolque, ahora le toca a papi tirar y a Yaiza ayudar cuando se acuerda…

Bocana del puerto de Constanza y la cortesana “Imperia”

Bocana del puerto de Constanza y la cortesana “Imperia”

Sin darnos cuenta cruzamos la frontera para entrar en Alemania de nuevo y enseguida vemos el puerto, estamos en Constanza. El paseo del puerto esta muy animado, terrazas, gente paseando a pie o en bici… por lo que hay que circular despacio. Tras unos 400 metros vemos el edificio del almacén del puerto (Konzil) construido entre 1388-91 como almacén o depósito de provisiones, en el siglo XIX el salón superior se utilizó para la exposición de recordatorios del Concilio de Constanza, de ahí su nombre. A partir del siglo XX se empezo a utilizar como sala de conciertos y conferencias.

Justo en frente tenemos la bocana del puerto, a la izquierda esta uno de los símbolos de esta ciudad, la estatua giratoria de ‘Imperia’. una cortesana italiana del siglo XVI que lleva en su mano derecha al rey Segismundo y en la izquierda al papa Martin V. A partir de aquí intentamos seguir las indicaciones del carril bici, pero resulta un poco lioso y es fácil coger el carril equivocado e ir en dirección contraria cosa nada aconsejable, ya que la gente va bastante rápida y en algunos casos puede resultar caótico. Una vez salimos del centro de la ciudad y logramos cruzar el puente nos dirigimos hacia la izquierda paralelos al río Rin.

El Rin a su paso por Constanza

El Rin a su paso por Constanza

La idea inicial era acercarnos a la Isla de Reichenau, que se encuentra a unos 12 km de Constanza, pero es la hora de comer y el cielo se esta poniendo un poco oscuro. Decidimos parar a comer en un chiringuito a orillas del río y nada más terminar y brindar por otra estupenda ruta completada empieza a llover, así que nos ponemos rápidamente los trajes de agua y nos dirigimos al hotel.

Al llegar nos despedimos de nuestras bicicletas y las dejamos en el parking, vaciamos las alforjas y desmontamos el “tow-bar”. Tras la ducha nos dirigimos a cenar al restaurante concertado del hotel caminando. Empieza de nuevo a llover y no para en toda la noche.

Nota. Video de la etapa en bicicleta desde Arbon a Constanza.

Día 8. Día extra en Constanza. Isla de Mainau

Isla Mainau

El día como era de esperar está muy nublado, así que después de desayunar, cogemos los paraguas y bajamos en autobús al centro de Constanza que está a tan solo cinco minutos. Paramos en la estación central de tren (Bahnhof) para dar una vuelta por la ciudad. Nos adentramos por la calle Marktstätte en enfrente de la estatua giratoria “Imperia”, situada en la bocana del puerto, es una calle peatonal con terrazas y tiendas, muy animada, pasamos por la fuente Imperial y por Obermarkt, una importante plaza donde en la época medieval era el centro de juicios, ejecuciones, zona del comercio de madera y vino, y también de espectáculos públicos. Destacan también los edificios, antiguas casas de huéspedes como el Zum Egli y Zum Kemlin (El camello), ahora llamado Hotel Barbarroja que rememora el Tratado de Paz de Constanza firmado en 1183 entre el emperador Federico I (Barbarroja) y las ciudades de la Liga Lombarda. Vale la pena perderse por las calles de esta bonita ciudad.

Obermarkt. Constanza

Obermarkt. Constanza

Muy cerca de la plaza esta el conjunto del Ayuntamiento de la ciudad compuesto de varios edificios, teniendo dos entradas por Kanzleistrasse y por Augustinerplatz. Empieza a llover con intensidad, así que aprovechamos para buscar un sitio para comer en Rosgartenstrasse, otra calle con mucho ambiente.

Tras comer decidimos visitar el museo Rosgarten, ubicado en un edificio gremial medieval donde tiempo atrás albergaba entre otros una carnicería, una panadería y una famacia. En su interior se encuentra una importante colección histórica de arte y cultura de la región de Bodensee (Lago Constanza). Con la entrada viene incluido una taza de café en su acogedora cafetería.

Parque Infantil. Isla Mainau

Parque Infantil. Isla Mainau

Una vez terminada nuestra visita, nos llevamos la grata sorpresa de que la tarde se ha arreglado y ya no llueve, así que decidimos coger un autobús para visitar la Isla de Mainau, o isla de las Flores, como también se la conoce. Se encuentra a unos 10 kilómetros y se puede ir en bici, pero hay que dejarlas fuera, ya que no están permitidas dentro de la isla. El parque cierra a las 20.30 horas. Al llegar a las 17.00 horas, la entrada cuesta 9 euros, la mitad de su precio normal, la idea era pasar el día en la isla, pero al estar lloviendo decidimos ir por la tarde. Hay que tener en cuenta que la mayoría de las cosas están cerradas, como algún restaurante, la casa de las mariposas, el Castillo de Mainau…, pero el mayor atractivo es pasear y disfrutar de sus 45 hectáreas, nosotros desde luego no queríamos irnos sin verla, realmente vale la pena, es precioso. No olvidéis recoger un plano de la isla a la hora de pagar la entrada, os ayudará a situaros.

Secadora en parque infantil. Isla Mainau

Secadora en parque infantil. Isla Mainau

Nada más entrar cruzamos por un puente que nos lleva a la isla y vemos unos árboles “vestidos” con una especie de traje de lana, justo al final de la larga pasarela, llegamos a una plaza con una enorme flor, el emblema del parque. Justo al lado hay un parque infantil, bueno llamarlo parque es quedarme corta, ya que es uno de los más bonitos que he visto.

Como anécdota comentaré que al acercarme a una de las casetas, junto a un pequeño lago artificial, me llamo la atención un ruido, al acercarme vi que era ¡¡¡¡una secadora funcionando…!!!!, era ideal. Al ir con niños es muy normal que alguno caiga al agua o se moje. ¡Era todo un detalle!. Me sorprendió gratamente.

Tras jugar Yaiza un rato… bueno y yo… !!!era genial!!! continuamos con nuestro paseo y nos dirigimos a una pequeña granja, donde Yaiza aprovecho para dar de comer a los animales, cosa que está permitido, de hecho hay dispensadores de comida, previo pago. Pasamos por un estanque, por numerosos jardines destacando el jardín Italiano donde abundan preciosas rosas, es impresionante. ¡Hasta encontré una con mi nombre! ¡Preciosa! Jardin Italiano. Rosa llamada «Alison». Isla Mainau

Al lado se encuentra la casa de las palmeras y el castillo. Volvemos cruzando la terraza Mediterránea y recorriendo la Avenida de la Primavera observando los viñedos y disfrutando de las impresionantes vistas. Realmente vale la pena la visita. Al final tuvimos suerte con el tiempo, la tarde salió perfecta.

Rosa Alison

Jardin Italiano. Rosa llamada “Alison”. Isla Mainau

Jardin Italiano. Rosa llamada “Alison”. Isla Mainau

Nota. Al atardecer los mosquitos son enormes y muy molestos. Hay que ir preparado. Nosotros llevábamos pegatinas y repelente, pero aún así alguno picaba.

Alrededor de las ocho cogimos un autobús de vuelta a Constanza donde cenamos en el centro, en un sitio típico. Después cogimos el autobús dirección al hotel a descansar…al día siguiente toca ir a Zurich.

Os dejo unas imágenes de este bonito día, sobre todo de la Isla de Mainau, ello vale más que mis palabras.

Día 9. Día extra en Zurich

Zurich

Hoy amanece mucho más despejado, tras el desayuno cogemos nuestras maletas para ir a la estación central de Constanza para coger un tren que nos lleve a Zurich. Hay trenes directos cada hora hasta el aeropuerto y es la mejor opción, ya que desde allí podemos coger cualquier otro medio de transporte para ir a la ciudad. Llegamos a media mañana y tras dejar las maletas nos dirigimos al centro a comer algo y recorrer la ciudad.

Estación de tren. (Bahnhof). Zurich

Estación de tren. (Bahnhof). Zurich

La estación de tren está en pleno centro y desde allí cogimos una de sus calles principales, Bahnhofstrasse, una calle muy comercial. A medio camino cogimos Uraniastrasse a la izquierda para ir por debajo del puente Rudolf-Brun para adentrarnos en Schipfe, uno de los barrios más antiguos de Zurich y que se encuentra a orillas del río Limmat. El nombre del barrio proviene del termino náutico “Schupfen” (empujar) utilizado por los pescadores para describir la forma en que empujan sus barcos hacia y desde la orilla del río. Durante la Edad Media Schipfe fue un punto estratégico para el comercio y a partir del siglo XVI destaco por la industria de la seda y por la construcción de barcos. Incluso hoy en día, Schipfe nos traslada al pasado con sus calles adoquinadas y sus bonitas tiendas de artesania, es un bonito paseo.

Barrio de Schipfe. Zurich

Barrio de Schipfe. Zurich

Llegamos a Lindenhof una de las zonas mas antiguas de la ciudad pasando por la iglesia de San Pedro, es la más antigua de Zurich que cuenta con la esfera de reloj más grande de Europa con un diámetro de 8,7 m, hasta 1911 la torre de esta iglesia fue utilizada como puesto de vigilancia contra incendios.

Un poco más adelante nos topamos con la Iglesia de Fraumünster. Justo enfrente cruzando el puente de Munster tenemos la Iglesia de Gossmünster, uno de los símbolos de la ciudad, construido según la leyenda sobre las tumbas de los santos patrones de la ciudad, Felix y Regula. En el siglo XVI fue el punto de partida de la reforma alemana. A pocos minutos de allí encontramos el lago Zurich (Zürichsee), donde se puede realizar un paseo en barca.

Otros puntos interesantes es el Uetliberg, esta montaña ofrece unas vistas impresionantes de la ciudad de Zurich, así como del lago y los Alpes.

Iglesia de San Pedro y Iglesia de Fraumünster. Zurich

Iglesia de San Pedro y Iglesia de Fraumünster. Zurich

El lago de Zurich y la montaña de Uetliberg. Zurich

El lago de Zurich y la montaña de Uetliberg. Zurich

Nota. En la estación central de tren hay una oficina de turismo. Allí obtuvimos toda la información necesaria para organizar nuestra excursión a las Cataratas del Rin para el día siguiente.

Día 10. Día extra en Zurich. Excursión a las cataratas del Rin

Cataratas del Rin
Estación de tren “Castillo de Laufen y Cataratas del Rin”

Estación de tren “Castillo de Laufen y Cataratas del Rin”

Nos levantamos temprano para aprovechar el día que hoy amanecía muy soleado. Tras desayunar nos preparamos una pequeña mochila con bocatas y agua para ir a ver las Cataratas del Rin. Estar a tan solo 40 km es un crimen no acercarse a ver el salto de agua mas alto de Europa, con 23 metros y cuya anchura es de 150 metros. Observar el espectáculo de la fuerza de la naturaleza al precipitarse estrepitosamente cientos de metros cúbicos de agua es un espectáculo que hay que ver en primera fila, así que cogimos enfrente del hotel el tranvía hasta el aeropuerto.

Hay varias opciones para ir, pero desde el aeropuerto hay una buena conexión hasta las cataratas así que la nuestra fue coger uno de los trenes con dirección a Winthertur, (unos 15-20 min) y desde allí coger el S33, unos 30 minutos más hasta nuestra parada: “Schloss Laufen am Rheinfall” (Castillo de Laufen y las cataratas del Rin).

La roca y los miradores de las cataratas del Rin

La roca y los miradores de las cataratas del Rin

Hay una zona que puedes acceder sin pagar, pero si quieres las mejores vistas tendrás que pasar por taquilla, son menos de 5 euros por persona y te incluye la entrada al castillo, vale la pena. Una vez bajamos del tren, vemos que hay un ascensor panóramico que te baja a las cataratas o te sube al castillo, pero necesitas un ticket, para ello hay que subir una cuesta, de tierra y piedras, no muy apto para carritos. Una vez arriba vimos que estaba muy animado la zona del castillo, con un enorme parking, restaurantes…, decidimos bajar por el ascensor panorámico, Yaiza alucinaba, buenos y nosotros… las vistas eran impresionantes. Al llega abajo nos dirigimos a los miradores. La fuerza del agua impresiona.

Desde allí veíamos cuatro barquitos de diferentes colores, dependiendo del itinerario, todos lo teníamos claro, incluso la peque, había que coger el amarillo para ir hasta la roca, situada en medio de las cataratas. Fuimos bajando poco a poco hasta llegar al embarcadero y dependiendo de los itinerarios el precio varia, nosotros lo teníamos claro.

Rutas en barco por las cataratas del Rin. Suiza

Rutas en barco por las cataratas del Rin. Suiza

Cogimos el rojo para cruzar el río y una vez allí cogimos el amarillo con dirección al peñasco. Impresiona y se siente la fuerza del agua a medida que nos acercamos a la roca, donde hay una plataforma y desde allí subimos por unas empinadas escaleras hasta llegar a la cima… ¡No hay palabras! Estás en medio de la catarata y sientes la fuerza de la naturaleza… Da mucho respeto. No sabíamos donde mirar…

Cataratas Rin

Cataratas Rin

Poco a poco fuimos bajando por las escaleras y cuando llego de nuevo el barco subimos y nos fuimos de nuevo a la orilla, donde hay otro pequeño castillo, restaurantes, tiendecitas. Decidimos comprar algo para beber y tras inspeccionar la zona encontramos una zona de picnic con vistas a la catarata… No hay mejor restaurante. Estuvimos allí largo y tendido, viendo como salían los barcos, la gente paseando, en bicicleta y de fondo el rugir del agua.

No queríamos irnos.

Picnic con vistas en las cataratas del Rin

Picnic con vistas en las cataratas del Rin

Picnic con vistas en las cataratas del Rin

Picnic con vistas en las cataratas del Rin

Decidimos coger el barco rojo para volver a cruzar el río y subir por el ascensor panorámico al Castillo medieval de Laufen para realizar la visita.

Sala didáctica del Castillo de Laufen. Cataratas del Rin

Sala didáctica del Castillo de Laufen. Cataratas del Rin

Estuvo entretenido ya que cuenta con once salas que nos trasladaran a la época romántica y la Belle Epoque hasta nuestros días. Alguna de sus estancias cobraban vida contando la historia del castillo.

Nota. Si viajáis con niños a las cataratas del Rin, podéis llevaros el carrito sin problemas, existen rampas e incluso un ascensor panorámico. Cuando cruzáis el río en las barcas rojas, podéis llevaros el carro, pero para luego coger el amarillo, debereis dejarlo en un sitio habilitado para ello en la taquilla, ya que no se puede circular en la roca, son todo escaleras. Aquí podéis descargaros el folleto de las cataratas en inglés con todos los atractivos de la zona.

También os dejo un pequeño video con nuestras vivencias.