Ruta por Brujas y mar de norte

Esta ruta está habilitada para todos los públicos y es una opción muy buena para hacerla en familia. Distancias cortas para poder adaptarse al nivel de los más pequeños y disfrutar de las numerosas atracciones que nos ofrece este destino.

Aquí los niños, si viajan en bicicleta, no sólo practicaran las normas básicas de circulación sino que también comprenderán que la bicicleta es un medio de transporte muy común y que  convive sin ninguna dificultad con cualquier otro medio de transporte, peatones incluidos. ¡Es una gozada!

Este año no lo teníamos claro, no sabíamos si Yaiza, de cuatro años aguantaría el tirón y sobre todo porque no la queríamos presionar, pero la verdad es que  ella misma fue la que nos animo a nosotros. Al ver fotos de otros años, le venía a la memoria algún que otro “flash”, recuerdos, sensaciones e insistía en ir en bici, concretamente en su “carroza”.   Lo sopesamos y nos lanzamos, ¿por qué no?, vamos a seguir descubriendo nuevas rutas y a seguir alimentando ese increíble disco duro que tienen todos los niños, así que volvimos a hacer el “esfuerzo” de enganchar una  silla en la bici de mamá y un «bike trailer» en la de papá, para disfrutar de una nueva  experiencia en la bicicleta.

Viajando en bici por Bélgica.

Viajando en bici por Bélgica.

Bélgica tiene muy buenas infraestructuras y decidimos que la ruta en bicicleta de “Brujas y Mar del Norte”, especial familias era una opción muy buena. Es una ruta corta de 5 días y no son muchos kilómetros,  alrededor de 30-40 km al día. Se cambia de hotel dos veces, por lo que hay dos etapas de punto a punto y tres rutas circulares. Tiene además muchos atractivos para los niños ya que aunque cada niño tiene su ritmo, lo normal con tres, cuatro años es parar de vez en cuando para ver de cerca a los animalitos, tirarse por un tobogán, visitar un parque temático… y esta ruta te permite eso, ir a “su” ritmo.

En Bélgica no ocurre como en otras rutas en bicicleta por Europa como la del río Mosela en Alemania, o la del Danubio en Alemania, Austria.., donde la posibilidad de perderse es difícil, ya que el carril bici va perpendicular al río y en una sola dirección. Bélgica es un país acostumbrado a la bicicleta y todo el mundo la utiliza. No es solo un medio de transporte, forma parte de la vida diaria. En esta ruta los carriles bici son muy variados, pero en su mayoría son carreteras poco transitadas donde de vez en cuando encontramos algún vehículo a motor y alguna que otra zona boscosa. Cuando llegas te facilitan  un mapa de la red nacional de carriles bicis, similar a un mapa común de carreteras de cualquier país del mundo, con unas explicaciones sencillas en castellano , es muy sencillo, pero ello hace que la experiencia en bicicleta sea más autoguiado aún, ya que puedes tener varias opciones para ir a un mismo destino si así lo deseas, ya que siempre te aconsejaran un ruta concreta.

Señales de tráfico para carriles bici en Bélgica.

Señales de tráfico para carriles bici en Bélgica.

Lo único que tienes que tener en cuenta son sus carteles de color verde y blanco con un número y una flecha a seguir. Cada número corresponde a un “knooppunt”, que significa “nudos” o “empalmes” y te señalan la dirección a seguir.  No tiene pérdida.

Los carriles habilitados para las bicicletas  están muy bien señalizados, tanto dentro como fuera de las ciudades y lo que más nos sorprendió fue ver sobre todo en las grandes ciudades como  sus grandes plazas, paseos, espacios públicos en general  circular en bicicleta junto a cualquier otro tipo de vehículo, coches, tranvías, coche de caballos no supone ningún tipo de convivencia con los numerosos peatones.

Ha sido una experiencia diferente, y eso es lo bonito, cada ruta tiene su esencia, y sus particularidades y como dijo el celebre escritor americano Henry Miller, ”Nuestro destino de viaje nunca es un lugar, sino una nueva forma de ver las cosas” y sobre una bicicleta estas vivencias tienen su “toque” particular.

La ruta al ser cortita ampliamos noches en Gante, Brujas y Bruselas:

Día 1-3. Días extras en Gante
Día 4. Brujas. Mini ruta en bici por Brujas. (15 Km aprox)
Día 5. Ruta circular en bicicleta. Brujas – Blankenberge (Mar del Norte) – Brujas. (40 km)
Día 6. Etapa en bicicleta  de Brujas – De Haan – Oostende (43 km)
Día 7. Ruta circular en bicicleta. Oostende – Oudenburg – Oostende. (35km)
Día 8. Ruta circular en bicicleta. Oostende – Nieuwport – Oostende (46km)
Día 9. Etapa en bicicleta  de Oostende – Brujas (43 km)
Dia 10. Día extra en Brujas
Dias 11-12-13. Días extras en Bruselas

Os dejamos con unas imagenes de este viaje.

Día 1. Conociendo Gante

Gante y sus tres torres

Al tener vuelo directo llegamos al aeropuerto de Oostende sobre las 12 de la mañana. Nada más salir del aeropuerto cogemos el autobús número 6 que nos deja justo enfrente de la Estación Central de Oostende (2€),  y desde allí cogemos un  tren hasta Gante, hasta bajando en estación Gent-Sint-Pieters (7,5€). Existe otra estación que se llama Gent-Dampoort, que aunque no está demasiado alejada del centro, está peor comunicada.

Plaza de Sint-Veerleplein. Gante

Plaza de Sint-Veerleplein. Gante

Una vez en Gante cogimos un taxi para ir al hotel que no estaba demasiado lejos. Como hicimos la reserva con tiempo pudimos elegir un hotel muy céntrico, así que tras realizar los oportunos trámites en el hotel, fuimos a conocer esta maravillosa ciudad.

Lo primero como siempre hacemos, es dirigimos a la oficina de turismo de Gante que se encuentra en la plaza de Sint-Veerleplein, cerca del castillo de los Condes y dentro de la Antigua Lonja del Pescado, cuya monumental puerta data de 1689. La oficina sorprende ya que contrasta con todo lo de su alrededor al estar  totalmente digitalizada, ofrece  información impresa muy buena y detallada  sobre la ciudad de Gante.

Fuimos hacia la enorme plaza y zona de paseo de Korenmarkt, muy animada donde confluyen el tranvía, los taxis, las bicicletas y los peatones en perfecta armonía, rodeada de terrazas, un sitio perfecto para comer.

Zona de paseo de Korenmarkt. Gante

Zona de paseo de Korenmarkt. Gante

Tras reponer fuerzas nos llamó la atención el antiguo Edificio de Correos (1909), precioso, pasamos por la Iglesia de San Nicolás y de repente empezamos a oír música. Nos acercamos a la plaza Emile Braun Plein, donde se encuentra el Stadshal, el Pabellón Municipal que destaca por su arquitectura realizada de madera , vidrio y hormigón.

Stadshal, el Pabellón Municipal y Torre Belfort. Gante

Stadshal, el Pabellón Municipal y Torre Belfort. Gante

Es un lugar para conciertos, representaciones de danza y ferias y es de ahí de donde procede la música, concretamente de un piano de cola que está disponible para todo aquel que lo quiera tocar. Nos llamó mucho la atención y preguntamos a los amables lugareños que nos explicaron que era un proyecto musical llamado “1,2,3 piano” que consistía en  que habían situado siete pianos de cola en diferentes localizaciones de la ciudad y cualquier persona que quisiera o sintiera el impulso de tocar en público lo podía hacer libremente.

Proyecto musical.

Proyecto musical. «1,2,3 piano». Gante

¡Era genial!, estuvimos cerca de una hora y el piano no estuvo sólo en ningún momento, siempre había un artista, niños incluidos que tocaban como los Ángeles. Justo al lado había una barra improvisada donde había degustación de cerveza gratuita. ¿Qué más se puede pedir?. ¡Fue todo un deleite para los sentidos!.

Seguimos paseando para ver esta ciudad desde otra perspectiva que no te puedes perder, Gante de noche es otra ciudad, la iluminación es única y espectacular, sin palabras, de hecho tiene numerosos premios internacionales,  entre ellos las tres estrellas de la guía de viaje Michelín.

Día 2. Seguimos con Gante

STAM. Museo de la ciudad de Gante

STAM. Museo de la ciudad de Gante

Hoy es fiesta nacional, La Asunción, con lo cual las tiendas están cerradas, pero los museos y los restaurantes están abiertos. Aunque hoy el día esta nublado, hay ambiente y poco a poco va aclarando el día.

Se nos ocurrió ir al STAM, el museo de la ciudad de Gante, el edificio que lo alberga es una preciosa abadía del siglo XIV, un convento del siglo XVII y un edificio de entrada del siglo XX.

Volvimos al centro, a la plaza de Korenmarkt a comer, hay muchos tipos de restaurantes y muchos ofrecen  menú cuyo precio ronda entre los 12 -20 €, así como los típicos de comida rápida… las opciones son múltiples.

Cripta de la catedral de San Bavón. Gante

Cripta de la catedral de San Bavón. Gante

Fuimos a la impresionante Catedral de San Bavón de estilo gótica a ver el famoso retablo de los hermanos Van Eyck “La Adoración del Cordero Místico”, (1432). Uno de sus paneles “los Jueces Justos” fue robado en 1934 y aun hoy no se sabe nada de su paradero. La entrada para verlo cuesta 4€ e incluye un audioguía, pero si no quieres hacer cola puedes ver una réplica en una de las capillas de la Catedral. La verdad es que la Catedral es impresionante y si entráis no dejéis de ver la cripta, es lo único que queda de la antigua iglesia románica.

Paseo a caballo por Gante. Zona Korenmarkt

Paseo a caballo por Gante. Zona Korenmarkt

Tras la visita salimos a la plaza que hay enfrente del Teatro Real Neerlandés (Sint-Baafsplein) para coger un coche de caballos, a Yaiza le hacía mucha ilusión. El precio es de 30€ por un paseo de 30 minutos, que fue muy agradable y entretenido, el conductor, muy amable nos iba haciendo de guía turístico. Después un helado gigante y nos fuimos a cenar a la plaza de Sint-Veerleplein, muy animada y con muchas opciones.

Día 3. Gante. El Castillo de los Condes y otros lugares de interés

Castillo de los Condes de Flandes. Gante

Castillo de los Condes de Flandes. Gante

Hoy vamos a ver el Castillo de los Condes de Flandes, toda princesa necesita ver uno y hoy le tocaba a Yaiza. El precio  es de 8€ y los menores de 19 años gratis. Hace un día estupendo y el sol aprieta.

El castillo impresiona con sus mazmorras, el museo de los instrumentos de tortura y desde su torre del homenaje tienes unas impresionantes vistas de la ciudad. Lo pasamos muy bien durante la visita y además había un caballero negro que iba saludando a los niños. Yaiza no paraba de buscarlo, la encandilo.

El caballero recibe a la princesa Yaiza.

El caballero recibe a la princesa Yaiza.

Justo en frente la plaza de Sint-Veerleplein, se encuentran las farolas que datan de 1913, y están conectadas al hospital de la maternidad de Gante. Si  parpadean, es porque un niño ha nacido en la ciudad..

Decidimos comer en la antigua Lonja del Pescado y después continuar con nuestro paseo y descubrir la zona norte donde visitamos otros canales, otros barrios, plazas como…:

Paseando por Gante. Bélgica

Paseando por Gante. Bélgica

  • Vrijdagmarkt. Durante siglos fue centro de la vida social y política pública. Mercadillo semanal y zona de ocio con numerosas terrazas.
Plaza Vrijdagmarkt. Gante

Plaza Vrijdagmarkt. Gante

  • Dulle Griet, el Gran Cañón, conocido también como Margarita la Loca. 12,500 kg de hierro forjado. A pesar de su enorme boca jamás disparó ningún proyectil.
Gran Cañón (Dulle Griet). Gante

Gran Cañón (Dulle Griet). Gante

  • La Iglesia de Santiago (St-Jacobskerk y la plaza Bij Sint-Jacobs. Esta zona es conocida por sus mercadillos de finde de semana y por se el epicentro famosas Fiestas de Gante.
  • El callejón de los graffitis en la calle Werregarenstraatje donde su apariencia va cambiando gracias a los artistas callejeros.
  • Patershol, el corazón medieval de la ciudad y ahora famoso por su gran oferta gastronómica.
Patershol, centro medieval de Gante

Patershol, centro medieval de Gante

Estábamos agotados, pero muy satisfechos. Habíamos aprovechado muy bien nuestra estancia en Gante. Cenamos y de camino al hotel disfrutamos de una noche más de la espectacular iluminación de esta ciudad. Al día siguiente partiríamos hacia Brujas, pero Gante ya se nos había quedado en la retina.

NOTA: No dejes de acercarte al puente de San Miguel, el lugar desde el cuál se toman las fotos más famosas de la ciudad, mires donde mires estas rodeado de una belleza arquitectónica única. Desde este punto también se ven las tres famosas torres de Gante; la de la Iglesia de San Nicolás, la de la Catedral de San Bavón y la torre del Campanario, (Belfort). Haz tu foto e inmortaliza tu momento.

Día 4. Brujas. Mini ruta en bici por Brujas. (15 Km aprox)

Brujas

Nos dirigimos de nuevo a la estación de tren de Gante para ir a Brujas, bajamos en la estación llamada Brugge, la otra llamada Brugge-Sint-Pieters no es la principal y además está menos céntrica).

Brujas. Instalaciones pensadas en los niños

Brujas. Instalaciones pensadas en los niños

El hotel no esta céntrico, está a las afueras a menos de 1 km del barrio Sint-Pieters a sólo 5 minutos andando de Brujas. El entorno es agradable, ya que se encuentra rodeado de un parque, pero esta claro que es un hotel enfocado principalmente para realizar rutas en bicicleta. Al llegar al hotel nos dan las llaves de las bicicletas, las cuales se encuentran fuera, en un garaje. Yaiza está encantada con su “tráiler” que este año tiene un diseño más deportivo. Las instalaciones del hotel están muy bien, y tiene una terraza muy agradable con un castillo hinchable a la que Yaiza no tarda en subirse.

Tras tomar unas cervezas decidimos coger las bicicletas para probarlas y hacernos con ellas, así que decidimos acercarnos al centro de Brujas con las bicis, sólo tardamos cinco minutos hasta llegar al centro. Entramos por “Ezelpoort”, una de las puertas de entrada a la ciudad.

Brujas. Koningin Astridpark (Parque de la Reina Astrid).

Brujas. Koningin Astridpark (Parque de la Reina Astrid).

La ciudad estaba a tope de gente y nos vuelve a sorprender como conviven los peatones, los coches de caballos, las bicicletas y los vehículos a motor. Llegamos a la Plaza Mayor (Markt), donde nos dirigimos a la “i” de información a pedir como siempre información adicional de la zona, en este caso queríamos saber donde había un parque infantil, se lo habíamos prometido a Yaiza. Nos recomendaron Koningin Astridpark (parque de la Reina Astrid), y hacía allí nos fuimos.

El parque esta genial, tiene grandes árboles y arbustos, tiene un pequeño estanque, un quiosco y una gran zona de juegos para que Yaiza pueda desfogarse un buen rato. Después volvimos a las bicicletas y rodeamos la ciudad, observando sus maravillosas sus murallas. Llegamos hasta la puerta de Gent (Gentpoort), donde se celebra un pequeño concierto en medio de la calle con mucho ambiente. Aparcamos las bicicletas y nos sentamos en una de sus terrazas a disfrutar como los lugareños.

Concierto en directo. Brujas.

Concierto en directo. Brujas.

Regresamos al hotel para la cena. Este año volvimos a coger la media pensión, el año anterior nos resultó muy cómodo yendo con la peque y la verdad es que se come muy bien, así evitamos cenar tarde, “a la española” y acostarnos antes.

El restaurante es buffet y está genial para ir con niños. En un rincón del salón tienen una pequeña cocina con juegos para los más pequeños con lo cuál después de cenar Yaiza se fue hacía allí y se hizo amiga de “Leda”, una niña italiana de unos siete años con la cuál jugó, mientras los papis hacíamos la sobremesa. ¡Todos contentos!

Día 5. Ruta circular en bicicleta. Brujas – Blankenberge (Mar del Norte) – Brujas. (40 km)

Llegando a Blankenberge

Hoy no hay que preocuparse por el equipaje. No cambiamos de hotel.

Lissewege, la aldea blanca de Flandes

Lissewege, la aldea blanca de Flandes

Junto al mapa de la red de carriles bici, nos dan un manual con indicaciones en castellano de qué “empalmes” (knooppunt) hay que ir cogiendo para llegar a nuestro destino; Blankenberge, situado en la costa, en Mar del Norte. La ruta es totalmente llana, muy tranquila y va alternando carril bici, caminos secundarios y de tierra. Pasamos por una zona industrial y también circulamos a orillas de uno de los principales canales, muy anchos donde hay gente haciendo deporte.

Iglesia de Nuestra Señora. Lissewege.

Iglesia de Nuestra Señora. Lissewege.

A unos 10 km de Brujas pasamos por Lissewege, conocida como la aldea blanca de Flandes, es un pueblo muy pequeño, donde destaca su iglesia gótica del S.XIII de Nuestra Señora. Se puede subir a la torre, pero tiene un horario, las vistas deben de ser muy chulas. En la Edad Media era un lugar de parada para aquellos que iban de peregrinaje a Santiago de Compostela.

Han debido de ser las fiestas hace poco, ya que se encuentran recogiendo una especie de escenario. Nos llama la atención la cantidad de obras de arte que decoran el pueblo.

Es un lugar pintoresco donde recomendamos parar y como no tomar una cerveza en alguno de sus bares.

Otro de sus atractivos es la abadia cisterciense de Ter Doest.

Ruta en bici por Mar del Norte.

Ruta en bici por Mar del Norte.

Nos ponemos en camino hacia Blankenberge, vemos como el camino se vuelve cada vez más arenoso, nos acercamos a la costa. A la entrada del pueblo encontramos el Sea Life Marine Park, un parque temático marino, por si os apetece acercaros a verlo.

Nosotros cruzamos directamente la carretera y nos adentramos por un camino de tierra. ¡Ya hemos llegado al Mar del Norte!. Viniendo de la costa alicantina, el mar para nosotros está tristón, gris, pero tiene su encanto. No dudamos en atar las bicicletas y dar un largo paseo por la desértica playa, es una zona de dunas, no hay turistas bañándose, pero vemos que el deporte más practicado es el “kitesurf”, ¡el cielo esta plagado!.

“Belgium Pier”. Blankenberge

“Belgium Pier”. Blankenberge

A nuestra izquierda, a lo lejos vemos el “Belgium Pier”, una estructura peatonal que se adentra en el mar unos 350 metros, llegando a un bonito edificio circular. El primero realizado en hierro forjado era de 1894, pero tras ser quemado en 1914 se construyo uno nuevo en 1933 y fue reformado en 2003.

Paseando por el mar del norte.Blankenberge

Paseando por el mar del norte.Blankenberge

Tras nuestro paseo por la playa decidimos acercarnos a Blakenberge, una de las ciudades turísticas balnearias más importantes de Bélgica con lo cuál el ambiente en estas fechas es genial. Para llegar lo hacemos por el camino de las dunas, tenemos trayectos con algunos problemas, ya que casi resulta imposible ir en bici debido a la gran cantidad de arena. Al final bajamos una cuesta y entramos de lleno en el centro neurálgico de la ciudad. Hay atracciones para los más pequeños, Yaiza ve uno que le vuelve loca, así que parada para que monte. Nos acercamos al “Belgium Pier”, y llegamos hasta el final para disfrutar de las vistas y nos sentimos como si estuviéramos realmente en otra época, en la «Belle Epoque».

Recorriendo en bicicleta Blankenberge

Recorriendo en bicicleta Blankenberge

Continuamos con nuestro paseo a lo largo de la costa, que esta lleno de restaurantes, de peatones…, hay que ir con cuidado, pero se circula bien, nos vamos acostumbrando.

Blankenberge desde el

Blankenberge desde el «Belgium Pier»

Paramos para comer uno de los platos típicos, anunciados por doquier… mejillones con patatas fritas. !Ricos, están muy ricos!, con la cerveza y las vistas… no se puede pedir más. Nos llama la atención las playas. La gente no esta en el agua, hay más gente en la arena y la playa no está atestada de toallas y sombrillas, sino de casetas. Hay zonas que son chiringuitos, acotados y con un montón de columpios para los niños, tenían algunos baños, aseos… todo impecable. Al principio no teníamos claro si eran clubs privados, así que nos acercamos a uno a preguntar. Muy amablemente nos dijeron que podíamos tomarnos lo que quisiéramos y la peque podía disfrutar del paraíso que tenía a su alrededor. Esto es una cosa que nos encanta, sobre todo desde que tenemos a Yaiza y viajamos con ella, es increíble la cantidad de infraestructuras que tienen para ellos.

Chiringuitos y parques infantiles en Blankenberge.

Chiringuitos y parques infantiles en Blankenberge.

Tras tomarnos un café y un helado fuimos a recorrer la ciudad y disfrutamos de lo lindo, pero había algunas zonas, sobretodo el centro que estaban muy a tope y al ir con las bicicletas decidimos dar un paseo usando los carriles.

A media tarde decidimos regresar y tal y como nos sugieren lo hicimos por Zuienkerke, nada más salir de la zona turística retomamos los caminos secundarios y la tranquilidad de circular por el campo.

Llegamos sin problema al hotel. Un buen día, nos gustó mucho, diferente de las rutas que habíamos hecho hasta el momento.

Ahora cenar, y en la sobremesa Yaiza a jugar con nueva amiga Leda y a dormir. Mañana toca ir a Oostende

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